WASHINGTON, D.C.
Con apretones de manos incómodos y halagos prohibidos, Trump finalizó su gira en Medio Oriente. ¿Con happy end? Depende a quién le preguntes. Pero si vas por la Casa Blanca el mensaje es claro: este es el regreso (por todo lo alto) de Estados Unidos como mediador central. ICE cambia sus tácticas y no para bien: las redadas dejaron de ser operaciones selectivas para convertirse en despliegues amplios, visibles y con mensaje entre líneas: el control migratorio vuelve a ser símbolo político.
EL DÍA EN HEADLINES.
➊ SENADO VUELVE A DECIR QUE NO Y EL SHUTDOWN ENTRA EN SU TERCERA SEMANA
Por octava vez, los senadores rechazaron el proyecto para reabrir el gobierno, asegurando que la parálisis federal continúe al menos una semana más. Los demócratas insisten en extender los subsidios del Obamacare, mientras los republicanos exigen votar primero para que se acabe el shutdown. En medio del juego cruzado, miles de trabajadores siguen sin cobrar. Y Washington, fiel a su estilo, parece más cómodo en el estancamiento que en el consenso.
➋ META ELIMINA PÁGINA USADA PARA IDENTIFICAR A AGENTES DE ICE EN CHICAGO
Parece que la presión funcionó: Facebook eliminó un grupo acusado de “poner en riesgo” a oficiales de inmigración de ICE, según informó la Attorney General Pam Bondi. La empresa dijo que el grupo violaba sus políticas contra el daño coordinado. El caso se suma a la creciente ofensiva tecnológica de la Casa Blanca, que busca controlar el discurso digital en torno a la inmigración. Libertad de expresión, sí, pero con supervisión incluida.
➌ CINCO GRANDES CADENAS RECHAZAN FIRMAR NUEVAS REGLAS DEL PENTÁGONO
Un memo filtrado sostiene que los NBC, ABC, CBS, CNN y Fox News se negaron a aceptar una norma que permitiría revocar credenciales a periodistas que publiquen información “no autorizada” del Departamento de Defensa. El Pentágono, liderado por Pete Hegseth, defendió la medida alegando que “el acceso es un privilegio, no un derecho”. Con casi todos los medios en rebeldía, solo One America News firmó. Al parecer, la libertad de prensa también necesita autorización previa.
➍ TRUMP EXIGE EL DESARME TOTAL DE HAMÁS TRAS LA LIBERACIÓN DE LOS ÚLTIMOS REHENES
El presidente advirtió que si Hamás no entrega las armas, “Estados Unidos lo hará por ellos”. Su mensaje llega mientras Israel confirma la entrega de cuatro cuerpos más y la Organización de las Naciones Unidas alerta sobre la reducción de ayuda humanitaria hacia Gaza. El acuerdo de paz entre Israel y Hamás fue firmado el pasado jueves pero todavía muchos detalles quedaron en el aire. Lo que sí está sobre la mesa es el desarme de Hamás y Trump ya lo advierte.
➎ TRUMP IMPULSA A LOS ESTADOS A AMPLIAR LA PENA DE MUERTE
Varios estados republicanos están siguiendo el impulso presidencial para extender la aplicación de la pena de muerte a más delitos, incluyendo abusos sexuales infantiles, tráfico de menores e incluso aborto. La decisión busca desafiar precedentes de la Corte Suprema que limitan la pena capital solo a homicidios y crímenes contra el Estado. Expertos advierten que estas leyes podrían ser inconstitucionales, pero los legisladores confían en una Corte más conservadora para respaldarlas. Todo esto ocurre mientras el apoyo público a la pena de muerte cae a mínimos históricos. Pero siempre hay quienes piensan que el miedo es la mejor política criminal.
➏ AL PARECER, EN MEDIO DEL SHUTDOWN, PARA LAS TROPAS SÍ HAY FONDOS
Trump anunció que –supuestamente– identificó fondos para pagar a los militares el 15 de octubre, mientras el cierre del gobierno entra en su tercera semana. El dinero saldría del presupuesto de investigación del Pentágono, lo que podría generar cuestionamientos legales, ya que el Congreso controla el gasto federal. La Casa Blanca defiende la medida como una forma de priorizar a las fuerzas armadas mientras los legisladores siguen sin acordar un presupuesto. Por ahora, los cheques llegarán, aunque la ciencia militar tal vez tenga que esperar su turno. Prioridades, ¿no?
EN PROFUNDIDAD.
UN DISCURSO CON ECOS DE PAZ, POLÍTICA Y CONTROL
Trump viajó a Israel para dirigirse al Knesset, el parlamento israelí, en un discurso que mezcló política, diplomacia y bastante estrategia. En un momento clave tras la liberación de los últimos rehenes en Gaza, el presidente buscó presentar su visita como el inicio de una nueva etapa para la región. Habló de paz, de cooperación y de estabilidad, pero también dejó claro que Estados Unidos seguirá siendo un actor central en la ecuación del poder en Medio Oriente. Su tono fue más moderado que en otras ocasiones, aunque no por eso menos directo: elogió a Israel, envió señales a Irán y aprovechó para reforzar su vínculo con el primer ministro Benjamín Netanyahu. Más que un mensaje aislado, fue un intento de redefinir su papel en un escenario que sigue siendo tan político como simbólico.
UN CAMBIO DE ERA
Luego de su discurso en el parlamento israelí, Trump llegó a Egipto con un objetivo claro: presentar la paz en Gaza no solo como un acuerdo, sino como un cambio de era en Medio Oriente. Más allá de la solemnidad, el encuentro –junto a líderes árabes y europeos– reflejó algo más: el regreso de Estados Unidos como mediador central.
Más que poner fin a la guerra. Trump presentó el tratado como un punto de inflexión que no solo termina la guerra en Gaza, sino que abre una nueva era de cooperación regional. El pacto incluye compromisos de reconstrucción, coordinación en seguridad y un mecanismo internacional de supervisión liderado por Estados Unidos. Sin embargo, los detalles sobre el futuro de Hamas y la administración civil de Gaza aún no están claros. ¿La clave? No, no será la firma, sino la capacidad de mantener la paz en un terreno político volátil.
Un escenario cuidadosamente organizado. La cumbre reunió a una lista de invitados que simbolizan tanto la reconciliación como la complejidad regional. Participaron líderes como Abdel Fattah el-Sisi, Recep Tayyip Erdogan y el emir de Qatar, junto a figuras europeas como Keir Starmer y Giorgia Meloni. Cada uno llegó con motivaciones propias: Egipto buscando reafirmar su papel diplomático, Turquía intentando recuperar influencia y Qatar reforzando su papel financiero y político.
El otro lado del acuerdo. El pacto también busca revitalizar los Acuerdos de Abraham, ampliando la red de países que reconocen formalmente a Israel. Trump mencionó que varios gobiernos árabes han expresado interés en sumarse, lo que podría consolidar un bloque regional más estable, aunque aún profundamente dividido en cuestiones políticas y religiosas. Pero… Detrás de ese optimismo persiste la duda sobre si esta “paz negociada” logrará sostenerse cuando los intereses vuelvan a chocar.
PODER Y DIPLOMACIA
El acuerdo en Egipto es una demostración tanto de poder político tanto como de diplomacia. Trump no solo firmó la paz, firmó una narrativa: la de un líder capaz de resolver el conflicto más antiguo del mundo a su manera. En un contexto global marcado por desconfianza y digamos “cansancio”, su mensaje es tan claro como calculado: Estados Unidos sigue mandando, y él —al menos por ahora— sigue siendo la voz más fuerte en esa mesa.
LO QUE SE DICE Y LO QUE NO.
LAS NUEVAS REGLAS (O LA FALTA DE ELLAS)
ICE está dejando atrás los viejos manuales. Lo que alguna vez fue una agencia enfocada en detener a los “peores primero” ahora parece operar bajo una nueva lógica: más arrestos, menos distinciones. El cambio no solo redefine las prioridades de inmigración, también dice mucho sobre cómo entiende el poder la nueva administración. Las redadas ya no son operaciones selectivas, sino despliegues amplios, visibles y con un mensaje implícito: el control migratorio vuelve a ser símbolo político.
Según Politico, el giro comenzó desde arriba. John Sandweg, exdirector interino de ICE y veterano del Homeland Security, asegura que “nunca se había visto un esfuerzo nacional de esta magnitud”. Antes, cada operativo se planeaba con cuidado, centrado en quienes tenían historial criminal o recién cruzaban la frontera. Hoy, se privilegia la cantidad de detenciones. Los agentes, presionados por cifras, actúan sin el filtro de las prioridades de antaño.
Esa presión se siente en las calles. Politico también documenta redadas violentas en vecindarios, detenciones durante controles de tráfico y operaciones conjuntas con otras agencias. En Chicago, Nueva York y Dallas, las protestas se multiplican, y los jueces comienzan a poner límites: un tribunal federal en Illinois prohibió a los agentes usar fuerza o amenazar a periodistas durante los operativos. Al mismo tiempo, ICE está ampliando su plantilla, ofreciendo bonos y acelerando entrenamientos, una combinación que —según Sandweg— podría “bajar estándares y aumentar riesgos”.
En Chicago, la resistencia se siente más. Periodistas y manifestantes demandaron al gobierno federal alegando “brutalidad extrema” por parte de los agentes al momento de las detenciones. Este escenario se repite y se repite, con el mismo guion, en otras ciudades.
Ya no son solo las tácticas, sino lo que revelan. En palabras del propio Sandweg, ICE volvió el emblema visible de la política migratoria de Trump, un símbolo que polariza tanto como ejecuta. En teoría, la misión es proteger; en la práctica, se diluye la diferencia entre seguridad y castigo. Lo que se dice es que el país está haciendo cumplir la ley. Lo que no se dice es que, en ese proceso, se están borrando las líneas que separan el deber de la política.
Redactor: Paola Sardiña | Editor jefe: Marcos Marín