Piratas del Caribe: la persecución de los petroleros
No fue un fin de semana más: la Guardia Costera estuvo tras la pista de dos petroleros salientes de Venezuela, en un nuevo nivel de presión contra el régimen de Maduro.
WASHINGTON D. C.
Ayer fue el solsticio de invierno y, técnicamente, hoy dormiste un poco más: unos minutos extra de oscuridad cortesía del eje terrestre. No es mucho, pero es suficiente.
CINCO TITULARES DE DESAYUNO.
➊ EEUU PERSIGUE OTRO PETROLERO CERCA DE VENEZUELA
El Caribe se está pareciendo menos a postal turística y más a una película con Johnny Depp. EEUU persigue otro petrolero cerca de Venezuela, convencido de que forma parte de la flota fantasma del chavismo. Con este sería el tercer carguero confiscado, según reportes, y el segundo del fin de semana que pasó. Washington sostiene que el barco pertenece a la “dark fleet” usada para evadir sanciones y financiar actividades ilícitas.
➋ DOJ “PUBLICA” ARCHIVOS DE EPSTEIN, POR DECIR ALGO
El Departamento de Justicia enfrenta críticas bipartidistas tras publicar de forma parcial y censurada los archivos de Jeffrey Epstein, incumpliendo el plazo legal para su divulgación completa. Legisladores acusan al DOJ de violar la Epstein Transparency Act y amenazan con acciones legales. De paso, si faltaba algo, el departamento se hundió más cuando misteriosamente desaparecieron y volvieron a aparecer documentos del site oficial, incluida una imagen donde aparecía Trump junto a Epstein.
➌ APAGÓN MASIVO DEJA A MILES SIN LUZ EN SAN FRANCISCO
San Francisco, capital tecnológica del mundo, pasó el fin de semana recordando cómo era vivir sin electricidad. Un incendio en una subestación de PG&E provocó un apagón masivo que dejó a cerca de 130,000 clientes a oscuras. Para ayer, unos 16,000 seguían sin servicio en barrios como Richmond y Presidio. Las autoridades locales habilitaron centros de recursos comunitarios y presionan a PG&E para acelerar las reparaciones, que la empresa calificó como complejas. El corte también afectó el transporte público y obligó a Waymo a suspender su servicio de robotaxis.
➍ FBI AUMENTA USO DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL CONTRA AMENAZAS
Kash Patel anunció que la agencia apostará fuerte por la AI para anticiparse a amenazas, analizar datos y, básicamente, correr más rápido que los malos. Suena futurista, pero siempre falta un cable a tierra: el proyecto está supervisado por un grupo de trabajo tecnológico liderado por el subdirector saliente Dan Bongino. El FBI ya utiliza AI en reconocimiento de voz, análisis de video y rastreo de vehículos. Las autoridades sostienen que estas inversiones fortalecerán la seguridad nacional a largo plazo.
➎ CORTE HACE AL BILLONARIO MUSK MÁS BILLONARIO
Elon Musk volvió a ganar, por si había dudas. La Corte Suprema de Delaware restableció el paquete salarial otorgado al CEO de Tesla en 2018, valorado hoy en unos $139,000 millones, tras revertir fallos de un tribunal inferior que lo consideraron injusto para los accionistas. El alto tribunal sostuvo que anular la compensación dejaba a Musk sin pago por seis años de trabajo. Musk, ya la persona más rica del mundo, también recibió recientemente un nuevo paquete que podría valer hasta un billón de dólares si Tesla cumple sus proyecciones bursátiles.
JD Vance parece haber encontrado una salida fácil para navegar un GOP fragmentado: culpar a la inmigración de casi todo. Es una narrativa simple, eficaz y peligrosa que convierte frustración económica en cohesión política momentánea.
Vance reduce problemas complejos —vivienda, salud, salarios y antisemitismo— a un solo culpable: los inmigrantes. La estrategia unifica a su base y evita debates incómodos, pero corre el riesgo de volverse chivo expiatorio si la realidad no mejora y la simplificación se nota demasiado. En DCoder avisamos: Vance, no juegues mucho con fuego, que te puedes quemar.
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EN PROFUNDIDAD.
EL SOSPECHOSO EQUIVOCADO
Mientras la policía buscaba al autor real del tiroteo en la Universidad de Brown, en redes sociales se abrió otra cacería, mucho más caótica y completamente equivocada. El blanco fue Mustapha Kharbouch, un estudiante palestino que nunca fue señalado por las autoridades, pero cuya identidad terminó convertida en “prueba” por cuentas ideológicas con miles o millones de seguidores. Bastó que su perfil desapareciera del sitio web de la universidad para que se armara una teoría de encubrimiento. En el vacío de información, la especulación hizo lo que mejor sabe hacer.
IDEOLOGÍA + ALGORITMO = ACUSACIÓN
El patrón ya es conocido: se toman rasgos personales –origen, activismo político, orientación sexual– y se reinterpretan como señales de culpa. El análisis amateur de una marcha, un video sacado de contexto, una frase suelta. Todo sirve si confirma la historia que alguien quiere contar. Axios cuenta cómo influencers amplificaron acusaciones falsas incluso después de que las autoridades identificaran al verdadero sospechoso, un ciudadano portugués hallado muerto en New Hampshire. Aquí no se trata de investigar, sino de dominar el relato rápido, antes de que aparezcan los hechos. Y eso, seamos honestos, es gasolina pura para el engagement.
EL COSTO REAL DEL ERROR DIGITAL
No todo el ruido online es inútil, a veces ayuda a las autoridades, pero el daño colateral es cada vez mayor. Amenazas, acoso, doxing, reputaciones arruinadas en horas. Las correcciones casi nunca viajan tan lejos como la acusación original. En un ecosistema que premia la indignación inmediata y castiga la pausa, los “policías del mueble” prosperan tras cada tragedia. El problema es que cuando la narrativa se cae, el algoritmo sigue avanzando y las personas inocentes son las que pagan la cuenta.
FRESH TAKES.
Cuando un reportaje desaparece dos horas antes de emitirse, la noticia deja de ser lo que cuenta y pasa a ser quién apretó el botón. O por qué. O cómo. En fin, la noticia es la censura.
No fue la foto, fue el movimiento. En un caso donde cada detalle importa, retirar y volver a subir archivos es como decir “ok no... o mejor sí... o no”. Al final, incluso decisiones administrativas justificables se vuelven sospechosas en un contexto de desconfianza institucional.
Por octavo año consecutivo, el Departamento de Defensa no logró aprobar su auditoría financiera. Los auditores identificaron 26 debilidades materiales en controles internos, en una institución que administra más de $4.6 billones en activos globales. Ocho años ya no es tropiezo: es sistema.
Redactor: Leoner Hernández | Editor-in-Chief: Marcos Marín









