💼 ¿Estado inversionista o Estado intervencionista?
LIBRE MERCADO CON ACCIONES FEDERALES
WASHINGTON, D.C.
El gobierno que promete achicarse ahora juega a inversionista. Trump anunció que Washington se queda con un 10% de Intel y desató una tormenta entre sus propios republicanos: ¿capitalismo con bandera roja? Al mismo tiempo, la Casa Blanca le exige medio billón a Harvard, la Fed enfrenta un intento de destitución de su gobernadora, y Utah deberá rehacer sus mapas por gerrymandering. Para completar, la administración amenaza con imponer pena de muerte en cada asesinato en D.C.
EL DÍA EN HEADLINES.
➊ DENUNCIAN QUE ACCIÓN DE DOGE PUSO EN RIESGO DATOS DE 300 MILLONES DE ESTADOUNIDENSES
Un whistleblower del Seguro Social alertó que información sensible —incluyendo diagnósticos médicos, cuentas bancarias y números de la Seguridad Social— fue subida a una nube sin supervisión tras la acción de la agencia de Trump, el Department of Government Efficiency (DOGE). La queja, presentada ante el special counsel y enviada al Congreso, advierte que un hackeo podría forzar al gobierno a reemitir todos los números de Seguro Social, con un costo incalculable. El caso se suma a demandas de sindicatos contra el acceso masivo de DOGE a datos personales, mientras la SSA insiste en que los sistemas permanecen seguros y “sin evidencia de compromiso”.
➋ GOBIERNO EXIGE $500 MILLONES A HARVARD PARA DEVOLVER FONDOS FEDERALES
El presidente dijo en reunión de gabinete que su gobierno “quiere nada menos que $500 millones” de la universidad como condición para restaurar $2.6 mil millones en investigación congelados. Harvard, que ya demandó dos veces a la administración por los recortes y las restricciones a estudiantes internacionales, insiste en que los fondos fueron retirados de forma ilegal y que la libertad académica no es negociable. Mientras el DOJ defiende la autoridad presidencial para cortar subsidios, reportes apuntan a un posible acuerdo en negociación, aunque la universidad niega que exista un pacto cerrado.
➌ TRUMP INTENTA DESTITUIR A GOBERNADORA DE LA FED Y PONE A PRUEBA A LA CORTE SUPREMA
El presidente busca remover a Lisa Cook, alegando “causa” basada en una remisión criminal que no derivó en cargos, lo que podría enfrentar de nuevo a la Corte con los límites de la independencia del banco central. En mayo, el fallo Trump v. Wilcox permitió al mandatario despedir miembros de juntas laborales, pero el bloque conservador aseguró que la Reserva Federal estaba protegida como entidad “única.” Ahora, con Cook lista para demandar, el tribunal deberá decidir si sostiene esa excepción o si extiende el poder presidencial hasta la propia Fed.
➍ JUEZA ORDENA REDIBUJAR MAPA CONGRESIONAL DE UTAH ANTES DE 2026
Un tribunal estatal determinó que la Legislatura republicana violó los límites impuestos por los votantes al debilitar una comisión independiente contra el gerrymandering y dividir Salt Lake County —bastión demócrata— en cuatro distritos dominados por el GOP. La jueza Dianna Gibson dio plazo hasta el 24 de septiembre para presentar nuevos mapas, justo antes de que abran las inscripciones de candidatos. El fallo abre una pelea con impacto nacional: los demócratas necesitan solo tres escaños para recuperar la Cámara, y la redistribución en Utah podría alterar la balanza en medio de la carrera de Trump por afianzar mayorías republicanas en varios estados.
➎ PENA DE MUERTE EN TODOS LOS CASOS DE ASESINATO EN DC
Trump anunció que su administración buscará la pena capital en cada homicidio ocurrido en la capital, aunque la práctica enfrenta trabas legales y políticas: el código penal local no autoriza ejecuciones y los jurados de DC históricamente se han resistido a imponerlas. La fiscal federal Jeanine Pirro aseguró que usará “todas las sanciones previstas por la ley,” pero expertos recuerdan que no se ha celebrado un juicio con pena de muerte en la ciudad desde 2003. El plan, presentado por Trump como un “fuerte preventivo,” dependerá de convencer a tribunales y jurados poco inclinados a aplicar la sentencia máxima.
EN PROFUNDIDAD.
CAPITALISMO A LA TRUMP
El anuncio de Trump de que el gobierno federal compra un 10% de Intel, la otrora joya de la corona del chip estadounidense, desató un temblor dentro de su propio partido. Lo que para la Casa Blanca es un movimiento estratégico para blindar semiconductores y, de paso, obtener dividendos, para buena parte del GOP huele a intervención estatal con acento socialista. El contraste es evidente: el presidente republicano que hace bandera del libre mercado ahora defiende, sin pudor, una fórmula que recuerda más a los modelos de economía mixta de China o Rusia que al “American way.”
CUÁNTO GOBIERNO EN EL MERCADO
El acuerdo. El gobierno obtiene acciones no votantes de Intel a cambio de los subsidios del CHIPS Act y de compromisos adicionales de inversión. La administración insiste en que no habrá intrusión en decisiones corporativas: es “como un adelanto a un fondo soberano,” según Kevin Hassett.
El enojo republicano. Senadores como Thom Tillis y Rand Paul califican el movimiento de “semi empresa estatal” y de “terrible idea.” Exfuncionarios como Mike Pence advierten que permitir ventas de chips a China a cambio de un porcentaje del ingreso no protege la seguridad nacional, solo engorda las arcas federales.
El aplauso inesperado. Bernie Sanders celebró la jugada como un acto de justicia para los contribuyentes, lo que para críticos conservadores es la prueba de que algo no cuadra. “Si Sanders lo apoya, malo debe ser,” resumió un estratega republicano.
UN GIRO INCÓMODO
La paradoja no pasa desapercibida: el mismo Trump que promete desregular y liberar a las empresas de “ataduras burocráticas” ahora se reserva acciones en corporaciones privadas estratégicas. Para algunos, es pragmatismo: asegurar acero y chips como insumos vitales de defensa. Para otros, es una deriva peligrosa hacia un capitalismo administrado que contradice décadas de doctrina republicana. Y ahí está la incomodidad: criticar abiertamente al presidente conlleva el riesgo de convertirse en blanco de su ira digital, por lo que muchos en el Senado optan por el silencio.
La apuesta de Trump no es solo económica, es política: mostrarse como el negociador que “hace rico al país” mientras convierte a Intel en el símbolo de un Estado que entra al tablero empresarial.
LO QUE SE DICE Y LO QUE NO.
¿CHICAGO, CAMPO DE BATALLA O CAMPO DE EXCUSAS?
Stephen Miller apareció en Fox News gritando sobre un supuesto “killing field sangriento” en Chicago, repitiendo el libreto de Donald Trump para justificar un despliegue federal de tropas en otra ciudad demócrata. La administración insiste en que Chicago vive una crisis de seguridad que exige intervención, a pesar de que los propios datos policiales no muestran un repunte fuera de lo común. Miller llegó a comparar la ciudad con un escenario de genocidio, mientras Trump prepara un movimiento similar al de Washington D.C. y Los Ángeles.
🚨 HOLY CRAP! Stephen Miller just absolutely DEMOLISHED the Democrats for siding with vioIent criminals
"The Democratic Party does not fight for, care about or represent American citizens. It is an entity devoted EXCLUSIVELY to the defense of hardened criminals, gang bangers and
La narrativa oficial es clara: culpar a demócratas de haber “atado de manos” a la policía y pintar a las urbes liberales como zonas de guerra. Illinois, sin embargo, responde con otros números. El gobernador J.B. Pritzker recordó que el estado redujo la violencia con más policías, más recursos, prohibición de armas de asalto y programas de intervención comunitaria. También citó que 13 de las 20 ciudades más violentas del país están en estados gobernados por republicanos, y que ocho de los 10 estados con mayor tasa de homicidios son rojos.
Detrás de las imágenes y los discursos incendiarios, lo que se juega no es la seguridad pública sino la construcción de un relato político. Las tropas no se envían a los estados con más homicidios, sino a ciudades símbolo del liberalismo y la diversidad. Miller exige gratitud hacia Trump por “salvar vidas”, aunque los datos contradicen la idea de que había vidas en riesgo que la Guardia Nacional vino a rescatar.
Lo que se dice es que Chicago está al borde del colapso por la violencia. Lo que no se dice es que el despliegue militar parece menos un plan de seguridad y más un experimento de control político: convertir la percepción de miedo en herramienta electoral. La pregunta de fondo es si Trump combate delitos… o fabrica escenarios donde el miedo se vuelve su mejor aliado.
Redactor: Paola Sardiña | Editor: Marcos Porras | Editor jefe: Marcos Marín