Estados Unidos ya es el segundo país del mundo donde más se habla español. La historia explica por qué.
En estos tiempos, cuando un comportamiento agresivo persigue psicológicamente a millones de hispanos que llevan una vida decente y legal en Estados Unidos de América, es urgente revisar la historia.
Antes de que Estados Unidos conquistara el mercado hispano, el español ya había conquistado a Estados Unidos.
Florida se incorpora formalmente en 1821. California, Texas, Arizona, Nevada y parte de Wyoming y Utah en 1848. Puerto Rico llega en 1898.
México, en su rendición en 1848 en el Tratado de Guadalupe Hidalgo exigió y consiguió el respeto explícito al idioma español y la cultura mexicana en esos territorios absorbidos.
Cuando España cedió Puerto Rico a Estados Unidos en 1898, junto con Guam y Filipinas, ocurrió algo fascinante: solo en Puerto Rico sobrevivió plenamente la lengua del pueblo. En Filipinas el español fue retirado del sistema educativo y en Guam la anglificación fue inmediata.
Eso significa que el español no es un idioma inmigrante en Estados Unidos. Es un idioma heredado. Un idioma con más de 250 años de legitimidad territorial.
Bajo la presidencia de Richard Nixon, se asignó en 1969 a un comité para agrupar, bajo una sola palabra, a la población que habla español que crecía aceleradamente en la nación. Así, en 1970 Hispano pasó a ser una categoría política, demográfica y de mercado.
“El comité estuvo conformado por Grace Flores-Hughes (Departamento de Salud, Educación y Bienestar), Philip (Felipe) García (Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano) y representantes de la Oficina de Administración y Presupuesto y del Instituto Nacional de Educación. Finalmente, el término elegido fue Hispanic. En aquel entonces la población hispana en Estados Unidos alcanzaba los 9 millones.”
En los años siguientes, la migración hispana explotó. Y aquí ocurre la decisión estratégica que ningún país desarrollado ha imitado: Estados Unidos permitió la creación de una cadena de televisión nacional en español.
Ni Francia permite un canal de TV en árabe. Ni Reino Unido uno en urdu. Ni Japón uno en chino. Programas, sí; una red nacional, nunca.
Estados Unidos comprendió que permitir un ecosistema mediático en español era una ventaja política y económica: comunicación directa, voto organizado y un mercado claramente identificado. El resultado fue contundente: la cadena de televisión Spanish International Network (SIN) fundada en 1955 en San Antonio, Texas y que expandió su transmisión a nivel nacional entre 1960 y 1988, y una comunidad que pasó de 3.5 millones a casi 20 millones en menos de treinta años. Puerto Rico ya contaba desde 1954 con el canal de televisión Telemundo. En 1988, SIN se transforma en Univision y Telemundo inicia su expansión nacional en Estados Unidos.
La narrativa oficial dice que los hispanos “se abrieron camino solos”. La realidad es más compleja:
No hay idioma oficial en la Constitución.
Hubo una estrategia para integrar, rápido y masivamente, a quienes hablaban español.
Hubo una cadena de TV nacional en español que colaboró a consolidar a los hispanos en una comunidad nacional.
Según el Instituto Cervantes (2024), Estados Unidos superó a Colombia en población de hispanohablantes. Hoy en dia hay 62.1 millones de hispanos y esta comunidad moviliza una economía del tamaño de la de economía de Francia. ¿Se imaginan el impacto socio económico que significaría intentar desmontar el poder político y económico de los hispanos en Estados Unidos? Misión imposible.
Al menos ya la música conquistó al continente entero. Bad Bunny hizo más por la identidad continental hispana que muchos ministerios de cultura juntos. Por cierto que la tierra de Benito Antonio Martínez Ocasio (Bad Bunny) es Puerto Rico, territorio estadounidense donde el español reina.
Y en esta era de confusión política, persecución, miedo y algoritmos tóxicos, Puerto Rico es el recordatorio vivo de que la hispanidad pertenece aquí. Si deseas quitarle el idioma a Puerto Rico, tendrías que hundirla.
La historia debería darnos esperanza, optimismo y ánimo a resistir.
Por eso decidí publicar en esta época Live from America, y publicarlo en los dos idiomas español e inglés de manera simultanea. Porque entender cómo llegamos aquí es la única manera de saber hacia dónde vamos.



